13.
No existe una única variante de tormenta perfecta. Por desgracia existen infinitas tormentas perfectas en el infinito mundo de las tormentas. Hoy estoy pensando en una de ellas. Allá va:
Derrotismo. Todo está mal. Solo ven errores, equivocaciones, malas intenciones y problemas en los que le rodean.
Victimismo. Todos quieren hacerme daño. La realidad, y la gente que le rodean, conspiran en su contra.
Proyección. Todos se equivocan. Atribuir a los otros los propios miedos, inseguridades, malestares, etc.
El perro del hortelano. Ni vive ni deja vivir. Nada más que decir.
Cuando un huracán se acerca a las costas, no hay manera de levantar los países y que el remolino destructivo pase de largo sin dañar a la gente. Lo que tenemos es la estrategia del control de daños, poner a salvo lo más esencial y capear el temporal como se pueda.
Pues eso.... hasta la próxima temporada de huracanes.
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