10 de febrero de 2012

Una espiral de venganza que no cesa.

He reconocer que muy de vez en cuando, se acrecentaba en mi interior un sentimiento de pesimismo para con la sociedad española. Con este, he convivido desde hace muchos años, casi desde que tengo uso de razón; pero desde hace unos meses la percepción funesta se ha instalado definitivamente en mi vida. Y creo que con el tiempo se nos vendrá encima una catástrofe social de proporciones insondables. Esto no creo que lo pueda parar nadie.
Y todo tiene que ver con la venganza. En esta sociedad se ha entronizado a la venganza revistiéndola con las ropas de la justicia. Y no es más que una vulgar croqueta, por mucho empanado que le pongas por fuera, lo de dentro sigue siendo un vulgar engrudo de harina con las sobras del puchero: venganza, ajuste de cuentas. Y no hay quien lo pare, porque cada vez hay más gente que no quiere parar. Cada vez hay más gente que se monta en una de las dos cuadrigas. Pienso en la escena de Ben-Hur y Messala, ambos ciegos de odio y resentimiento, azuzando a sus caballos, imbuidos por una verdad fanática, azotándose mutuamente a ver cuál de los dos puede hacer más daño al contrincante, llegando un momento en el que se pierde la cordura y se llega al punto de no retorno. 
Si te sientas a la orilla del río, tarde o temprano, verás pasar flotando el cadáver de tus enemigos. La paciencia no es un problema, la cuestión es acertar con el río adecuado en el que sentarse a esperar. Así que, ya sabes, búscalo, acaba con él y luego siéntate a ver el espectáculo. No hay error, el río lo escogiste tú. Macabro verdad... Esta metáfora se ha convertido en verdad. Y es que, ahora mismo, en estos mismo instantes se están perpetrando decenas, cientos de venganzas. Pero no olvidemos la sagrada ley del Talión, la del ojo por ojo, la de que quien a hierro mata a hierro muere. Y el que ahora se venga, está haciendo nacer el sentimiento de venganza en otros tantos que pedirán su sangre dentro de uno años. Y así seguimos, años tras año, década tras década. Esto no lo para nadie. 
¿Cuántas cuentas pendiente se están ajustando ahora después de los 7 años de gobierno socialista? ¿Cuántas cuentas pendientes se ajustaron en los 7 años de gobierno socialista por los 8 años de gobierno de Aznar? ¿Cuántas cuentas pendientes se ajustaron en los 8 años de gobierno de Aznar por todos los años de gobierno de González? Y así podemos seguir para atrás hasta que queramos....Y también para adelante. Cada venganza de los populares de hoy y de mañana es el origen de la venganza de un socialista de dentro de X años. Y esta llegará... tan claro como que sale el sol por la mañana. Y luego llegará la del otro... tan claro como que la luna sale cuando anochece. Es la constante que mueve al mundo social actualmente, es la fuerza gravitacional de nuestro día a día. Cada vez se odian más, cada vez hacen que sus partidarios se vuelvan más y más radicales. Y lo de ahora de Garzón es un leño de madera muy gordo que le va a dar a nuestro fuego del odio una combustión extra. La misma combustión de odio que  le dio a los otros el Tribunal Constitucional hace  unos meses poniéndose a favor de los terroristas.
Esto no empezó ayer, todos sabemos cuando empezó. Todos sabemos la fecha en que esto se partió en dos. Todos sabemos que no hay justicia aquí, ni recuerdo, ni memoria, que esto es sencilla y pura venganza, de unos contra otros y de los otros contra los unos. Esto es un trauma, una tragedia, un dolor del que muchos no han salido. Le puedes dar todas las vueltas que quieras, que tal o cual catedrático lo diga con finos argumentos. En el fondo se están engañando a sí mismo. No es justicia ni verdad, es venganza.  Ninguna capa de pintura es lo suficientemente gruesa para tapar el odio y la sed de venganza que se tienen. No la hay. Y esa es la mentira y el autoengaño en la que vivimos desde nuestra transición. Querer que la mona se vista de seda, hablar de amor cuando en nuestro fuero interno sabemos que es solo sexo, hacernos ver un bogavante donde realmente hay una croqueta, ver gigantes donde solo hay molinos de viento. No es justicia, es venganza. No es la verdad, es el odio. 
Esto no se va a parar, es una espiral que sigue y sigue, es una escalada que tira cada vez a más gente a ambos lados de la cuneta, que mete a más y más gente en las trincheras. Cada vez hay menos gente que no ha escogido bando. Cuando no quede gente neutral, la esperanza de la paz se perderá. O paran los dos a la vez o terminan por matarse. Y lo poco que quede podrá, por fin, salir adelante. Y no van a parar, porque seguirán engañándose y llamando justicia al odio y verdad a la venganza. Sólo queda la catástrofe y una nueva posguerra. Allá vamos... a mi no me asusta la profecía de los mayas. El día a día de este pueblo es lo que da miedo. Y ahora con el facebook de las narices puede uno pulsar segundo a segundo lo que pasa en la realidad social. Es tremenda la brecha que hay ya formada. No hay más que abrirse una cuenta en esa red social y verla. Ahí está haciéndose cada vez más y más grande y profunda.