8 de diciembre de 2012

Reflexiones patibularias 40

XL

Todo progreso tecnocientífico tiene un correlato inevitable: las consecuencias imprevistas. Los técnicos diseñan, prueban y testean pero no son dioses para establecer a priori todas y cada una de Las consecuencias que sus avances depositan en la sociedad. Cada nueva oleada de avances invade la realidad de la vida antes de que sepamos cuáles serán sus efectos. Así, cada nueva oleada es un experimento social masivo y a gran escala: la Modernidad convierte al mundo en un laboratorio, y a nosotros en cobayas.
La última oleada viene de la mano de los smartphones, el Ipad, el android, las app, el Whatsapp, el Instagram, etc. El mundo se lanza a usarlos y consumirlos, y en pocas horas están tan acostumbrados que parece que forma ya parte de sus vidas, y si les falta,les falta el pan y la sal. 
Con esta reflexión no estoy haciendo una llamada a las armas contra la tecnología. No se puede negar los beneficios. Pero no se puede negar, tampoco, que tras estos hay imprevistos funestos. Repito lo que siempre repito: NO HAY MONEDAS DE DOS CARAS.