24 de abril de 2009

La Crisis del Agua

Con toda está crisis en la que estamos inmersos, con gente que lo está pasando realmente mal, muchos se preguntas: ¿a dónde se fue el dinero?
Una explicación, con forma de metáfora, pero que es sencilla de entender es que el dinero es como el agua. Sí , como lo oyen, como el agua corriente del grifo. Ese agua del grifo que antes llenaba pantanos y bancos y salía a chorro por la grifería roca, ahora ha dejado de manar o cae a gotas, matando de sed a muchas familias españolas y del mundo. Lo Bancos Embalses y los Gobiernos Cuencas Hidrográficas han derrochado tan preciado bien, sin controlar lo más mínimo a dónde iba a parar ese agua. La gente también se comportó de manera irresponsable: abría y abría el grifo sin darse cuente de que quizás terminaría faltando. Ese día llegó. El agua corriente está casi agotada gracias a unos y a otros.
Pero lo que la gente olvida es que el agua no solamente existe como agua líquida. El dinero no sólo existe como papel y moneda. El agua bien puede convertirse en vapor o en humedad. El dinero se convierte en materias primas como por ejemplo el oro. El agua también puede no verse, y estar formando parte de los acuíferos subterráneos, muchos ellos desconocidos. Como desconocido es el capital oculto de las mafias en los muchos paraísos fiscales del mundo, que están pero que nadie tiene constancia de ellos y es como si no existieran. El agua también puede ser hielo, duro y frío e imposible de digerir. Es el dinero que tiene las Multinacionales a buen recaudo, en el mismo sitio que las mafias. El agua puede terminar convirtiéndose en cieno, guano, barro o cualquier otra porquería. Es el veneno de los créditos y de esos paquetes de deuda de los famosos ninja que los Bancos se cuelan unos a otros. El agua se convierte en lluvia, es el dinero que se convierte en subsidios de los gobiernos y que mitiga algo de la sed. Y finalmente el agua se convierte en mar, en agua salada, agua inservible para beber, sólo sirve para entretenerse si te llega la gasofa e ir a la playa. Es el dinero convertido en valores y con el que un puñado de yuppies juegan todo los días en la Bolsa.
Esta es la crisis del agua. El agua dinero no ha desaparecido se ha escondido en sus muchas formas. Y se tiene que cumplir el ciclo para que vuelva a salir normalmente por el grifo y aplaquemos nuestra sed. Esperemos que no sea demasiado tarde y, que sobre todo, si salimos de ésta, la Banca, los Gobiernos y la Ciudadanía no vuelvan a cometer los mismos fallos.

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