29 de noviembre de 2010

Puerta A o Puerta B, tú decides


   Esto de Wikileaks es uno de esos asuntos que no tienen nada que ver con el día a día de un españolito medio pero que empuja a otra gran parte de la sociedad a decidir entre la puerta A y la puerta B. Del gran conjunto de la sociedad preocupada en sus cuitas particulares como el paro, llegara fin de mes, los regalos para la Navidad que se avecina o el partido Barca vs Real Mourinho, esa ingente cantidad de personas que ni lee ‘El País’, que no ve ‘Cuatro’, ni ‘La Sexta’ ni ‘Canal Sur’ porque lo que le pone es ‘Gol Tv’ o ‘Marca TV’, el dando caña de ‘Intereconomía’ o ‘El gato al agua’, lo que dice la Esteban en ‘Tele5’ y lo que le responden desde ‘Antena3’; a toda esta gente, repito, lo de Wikileaks se la trae al pairo.
   No todo el mundo pasa kilo y medio de lo que pasa por el mundo. Mucha gente se parte la cabeza ante lo que ocurre en la sociedad. Intenta estar bien informado y cada vez hay más gente que escribe en blogs. La red es un lugar muy vivo donde mucha gente comparte sus ideas y sus análisis. Antes era una cosa vetada a unos pocos elegidos bien por su posición en los Mass Media o bien por su formación académica. Hoy en día cualquiera tiene su propia tribuna donde explayarse a gusto y soltar todo lo que le venga en gana.
   El problema es otro, creo yo. La bipolaridad se ha hecho fuerte en nuestra sociedad. Se ha convertido en una categoría estructural básica. Y lo peor de esa bipolaridad es que persiguen el dominio de un mismo espacio en la sociedad: el de la verdad. Y claro, llega el Sr. Pauli, un físico cuántico austríaco, que enunció en su Principio de Exclusión que dos electrones no pueden ocupar el mismo estado cuántico, y se lía la gorda. En lo que nos interesa, ninguno de los dos polos puede ocupar el mismo espacio de la verdad a la vez. Puerta A o puerta B, o eliges uno de los polos o escoges el otro. Tienes que entra por tu puerta y maldecir en arameo al que entre por la otra. Es tu enemigo, que trata de mentir porque como tú sí que has entrado por la puerta verdadera el otro miente seguro. Y no se da cuenta, que el que entró por la puerta B pensaba lo mismo. La cosa se ha radicalizado tanto, hay tantos intereses por medio, económicos y políticos, que no hay manera de que haya un armisticio o entente. Los polos, por tanto, están lucha abierta por controlar ese espacio cuántico de la verdad.
   Y resulta que la verdad, después de tanto meneo, está medio lisiada. En este mundo donde la información y la comunicación se ha montado claramente sobre el prefijo ‘híper’, cada vez tengo más claro que una cosa es la verdad y otra cosa es dar la noticia de una verdad. Y todas las noticias tienen un tiempo, el cuarto de hora que tarde en surgir otra, y otra y otra. Con lo cual, la verdad al ir pegada como una rémora a la noticia, cuando ésta, al cuarto de hora desaparece, la verdad también desparece, desgraciadamente. Y el mundo de los medios de comunicación y el periodismo que era el encargado de la transmisión de la verdad a través de sus noticas está haciendo una grave dejación de sus funciones para meterse de lleno en el combate bipolar por ocupar el espacio cuántico de la verdad que hablaba antes. Han pasado de ser el vehículo transmisor de la verdad a ser el lugar donde queda depositada. De ahí las graves guerras mediáticas que vivimos en este país. La prensa que usa a los políticos y los políticos que usa a la prensa. Llega un momento que la unión es tan grande que se comportan como híbridos.
   Wikileaks era, y es, un portal de internet que ha filtrado una serie de informaciones secretas que saliendo de las Embajadas Americanas repartidas por el mundo llegaban a la sede central imagino que en Washington. La mayoría eran mensajes transmitidos por cables que cruzan por el fondo de los mares. A los yanquis y a su mundo hiperseguro se la han metido bien doblada, desde luego. Seguramente lo tengan bien merecido, claro está que yo no soy juez de nada para juzgar a nadie. Lo que cuenta Matrix y otras películas ya no es desde luego mentira. Hay mucha gente por ahí, muy lista y con capacitación técnica para hacer estragos. Y a los yanquis los han cogido de pleno con el carrito de los helados. Generalmente son los que espían pero ahora el palo se lo han llevado ellos. Si alguien piensa en una especie de justicia divina en todo esto que sepa que yo también empiezo a pensarlo.
   Los señores de Wikileaks son de ese tipo de personas que juegan el papel de superhéroes anónimos contra los estragos a la libertad que hacen los yanquis. Están convencidos de ellos. Son una especie de misioneros fanáticos ocultos que cuentan la verdad que nadie quiere contarnos. Destapan las conspiraciones. Son además agentes moralizadores que hacen una crítica a la moral de los americanos. Tratan de atizarles con lo mismo que ellos atizan al mundo. Como están en la Puerta A, en la Puerta B están los malvados yanquis y todas sus iniquidades, el rabo que termina en punta y un buen par de cuernos de macho cabrío, el mismito diablo; que miente y mata impunemente sin que nadie le diga la verdad de sus maldades. Me parece bien que se autoimpongan es rol en esta trama, esto estamos harto de verlos en muchas películas americanas. No es novedoso. Es más, es lo normal, es lo esperado. Lo raro es que no hubiera nadie en el mundo que jugara el papel que juega Leaks en este escenario geopolítico mundial. Lo que no saben los de Leaks, o sí lo saben ¡quién sabe lo que saben!, es que después de que hayan encontrado un agujero en la seguridad yanqui, estos taparán el boquete y reforzaran el resto de flancos. Lo que no saben los de Leaks, o sí lo saben ¡quién sabe lo que saben!, es que se han metido en guerra con los americanos. La buena intención de ‘sacar a la luz la verdad’ traerá oscuras consecuencias; empezando para ellos mismos. Si es cierto todo lo que Leaks dice de los americanos, el mismo Leaks se convertirá en un motivo más para que sigan haciendo lo que han hecho hasta ahora. La supuesta verdad de leaks no cambiará un ápice de la supuesta verdad de América. Si alguien conoce un caso de que haya sido así que me lo cuente.
   A mí me da el olfato de que esto no es una cosa que ha salido de golpe, así de modo tremendo y súbito. Yo intuyo detrás de esto una estructura estratégica, de movimientos tácticos en distintos lugares del mundo. Aquí hay un plan. La cuestión que le interesa a Wikileaks y a los medios que lo apoyan tácita o abiertamente es cuántos asaltos le durarán a la potencia estratégica número 1 del mundo. Los americanos han metido la pata hasta el fondo con lo de los cables, pero o bien Wikileaks tiene varios ases en la manga para conseguir empatar o bien los otros van a tocar a degüello y más de uno termina comiendo turrones en el limbo esta Navidad. Nadie en el mundo geopolítico de peso comete dos fallos seguidos tan gordo como las filtraciones de los cables. Si Wikileaks sólo tiene esto, las va a pasar canutas, y no solo me refiero a nivel financiero. Así que o esta escaramuza le dura a ‘El País’ dos días o para la semana que viene llega el contraataque con más caña.
   Wikileaks que sabe que por su propia cuenta no puede soltar toda esa bomba informativa, se ha buscado una serie de amigos circunstanciales para sacar a la luz todo este material: New York Times, Spiegel, Le Monde y The Guardian y El País. Son medios de comunicación cuyas líneas editoriales no han defendido nunca a la koiné norteamericana y que también tiene rasgos de ese mesianismo justiciero, de héroe en la oscuridad que lucha por el bien contra los ogros malvados. Y los millones de lectores se creen desde luego esa pose de Superman con máquinas de escribir y cámara de fotos. La prensa en estos días que corren o se convierte en perro faldero o en perro de presa, o apoya el poder o se enfrenta a él. Una vez más hace dejación de funciones. Se convierte en actor político y deja la labor de información y comunicación que tenía. El Ciudadano Kane sigue vivo y vigente.
   ¿Y la justicia? ¿Y el bien? Wikileaks dice que ellos lo hacen por justicia y que defienden el bien. Yo no soy tan estúpido ni tan insensible como para no darme cuenta que el contenido de esos mensajes son despreciables y éticamente reprobables. Que lo que hacen los yanquis con el mundo es, la mayoría de las veces, una injusticia mayúscula. Hasta mis niños que ya empiezan a distinguir el bien del mal se darían cuenta de que esto está muy mal. Pero siempre hay algo más que esto, hay que ir un poquito más allá. No sólo hay que fijarse en el contenido, el contenedor y el modo de mover el contenedor son también importantes. El Consejo Editorial de ‘El País’ también pueden afirmar que lo hacen por justicia y porque el bien prevalezca. Que los millones de euros que ganaran en ventas y en publicidad en los millones de visitas que tendrán en la web mientras que sacan esto con cuentagotas no es lo importante. La verdad está en desenmascarar la felonía. Bien, no puedo juzgar ni su actuación corporativa ni su visión dual o maniquea del mundo. Pero el tratamiento que están dando no es, desde luego, neutral. Ellos lo saben, yo lo sé, todo el mundo con dos dedos de frente que conozca su trayectoria lo sabe. Y no solo me refiero a los que están en contra y piensan mal, es su propio público, esos que leen-escucha-ven al Grupo Prisa esperan de ellos que les metan caña a determinadas instancias, lo esperan y lo desean. Pero lo mismo, el propio ‘El País’ se encuentra con la horma de su zapato al tener que autocensurarse y no contarlo todo, ya que tendía que poner en público cosas que irían en contra de su macho Alfa, el Sr. Zapatero y el PSOE. E incluso puede perder esa imagen de justiciero antes ciertos sectores de internet que piden que esto sea una desnudo integral y radical, de esos que quieren toda la verdad caiga quien caiga. ¿Pueden pasar de grandes legitimadores de la verdad a grandes manipuladores de la verdad y grandes bocazas? El tiempo lo dirá.
   ¿Qué hacer entonces? Si yo supiera y pudiera responder a esa pregunta y luego me hicieran caso, no estaría viviendo donde vivo, ni tendría el sueldecito que tengo. Así que las hipótesis de futuro y cambio me las guardo para contarlas otro día. Vamos con lo de aquí y termino. Que sepa que tiene usted que elegir entre dos puertas.
-        Puerta A: ‘El País’ pretende que estemos simple y llanamente informados, pretende quitarnos las vendas que nos ciegan e impiden ver la cruda verdad de estos malvados; porque una sociedad no es libre si no se le cuentan las cosas. La verdad y la justica deben prevalecer, el grande y malo no siempre puede ganar, alguna victoria aunque sea pequeña es importante.
-        Puerta B: ‘El País’ pretende alinearse con un sector antiamericano que de paso también molesta a la oposición, o pretende montar una cortina de humo que impida ver la realidad de un país desgobernado, con una tasa de paro impresionante y donde el partido que defienden se ha partido la cara en las Elecciones catalanas. La verdad no les importa lo que les importa son las ganancias de estos días.
   Puede usted hacer varias cosas, o abrir una de las dos puertas y entrar a formar parte de una guerra que ni comenzó ni podrá terminar. O pasar de todo esto y seguir viendo el fútbol, mujeres-hombres y viceversa o las arrugas de la Belen Esteban. 

No hay comentarios:

Publicar un comentario