22 de agosto de 2016

Avanza o muérete.

69.

En los mundos de Yupi, con unicornios volando por cielos azules y límpidos; y la miel, y el maná brotando por doquier, puede uno escoger entre lo bueno y lo malo. 
En el mundo real de este verano, y su calor pegajoso, hay que optar entre lo malo y lo peor. Más quisiéramos tener la posibilidad de preferir lo bueno sobre lo malo. Pero no es el caso. 
Lo que sí es difícil que entre en la dura mollera de algunos -eso parece-, es que no hay decisiones, ni preferencias, ni opciones definitivas, irreversibles y eternas. Cada decisión no es la decisión definitiva que traerá la justicia y la verdad eterna a la sociedad. 
En esta sociedad, en política, todo es reversible. Mañana, o pasado, o en primavera volverá a salir el dilema. Habrá que volver a elegir, seleccionar y votar. 
Y volverán los del unicornio, los del maná milagroso, a pensar que tienen la posibilidad de elegir entre el averno (que siempre es lo de los otros) y el paraíso (que siempre es lo suyo).
¡Es tan infantil¡ Despertad, que el mundo no se termina si vosotros no elegís lo que hay que hacer. 
No hay nada tan humano como ponerse de acuerdo (en mínimos, siempre acuerdo de mínimos), incluso en las peores condiciones, con tu peor enemigo. 
Es nuestra humanidad: adaptarnos para sobrevivir y seguir adelante incluso en las peores condiciones.

No hay comentarios:

Publicar un comentario