23 de junio de 2017

El Ocaso empieza con la autocomplacencia.

90.

Una sociedad que se encomienda a un sistema educativo que convierte el fracaso en triunfo, está abocada a un futuro miserable. El esfuerzo, la dedicación, el sacrificio, el trabajo duro, la insistencia, el desempeño constante, los altos niveles de exigencia, el éxito por el mérito, no son elementos constitutivos de una sociedad fascistoide y represiva. Me niego a creerlo. Y si gana ese pensamiento, el futuro que viene -además de miserable- será corto. Esta sociedad autocomplaciente e inculta no aguanta la dentelladas que vienen dando desde extramuros.

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