29 de septiembre de 2015

El ¿Imperio? de la Ley

6.

Hay una cuestión importante que acucia a esta sociedad en relación a la ley. Y es que estamos perdiendo el mínimo común y básico de relación y convivencia que proporcionan las legislaciones.
Cada vez es más grande el grupo que pide que se legisle todo lo que ocurre en nuestra comunidad. Cada vez es más grande el grupo que entiende que las legislaciones son algo opcional que tienen que aplicarse (o no) según los intereses en juego. Cada vez hace más ruido el grupo que pide que se minimicen, y hasta eliminen, las legislaciones. Con un grupo que no mengua de gente que no se siente concernida por la ley, y que un día sí y otro también se la pasa por el arco de triunfo. Con otro grupo, al que no para llegar adeptos, que piensan que las leyes hay que cambiarlas a coces. 
Y llegará el momento en el que empiecen a chocar. Y convivir será cada día más difícil.
Y todo esto entre las tremendas carencias del sistema que tiene que poner en funcionamiento las legislaciones: retrasos, falta de personal, de medios y de modernización, la abusiva politización de la judicatura y un puñado más cosas. Y con la obsesión, de importantes sectores intelectuales (y políticos), de reformar y reinsertar al criminal, pero sin preocuparse lo más mínimo por las víctimas.   

PD: Esas preguntas que nos acompañarán siempre, y que difícil respuesta tienen: 
¿Hacer que se cumpla la ley lo convierte a uno en facha franquista, en poco menos que un criminal o en un cromañón desalmado?
¿Las leyes de los progresistas están justificadas, son necesarias e irrenunciables (y hay que poner todos los medios para que se cumplan) y las de los conservadores son un pozo sin fondo y muestran el espíritu retrógrado de los mismos (y si no las cumples te tratan como un héroe)?
¿El que tiene el encargo y desempeño de hacer cumplir las leyes puede dejar de hacerlo por que a la gente le resulte impopular?
¿La ley puede negociarse o mercadearse?
¿Son las leyes para siempre? ¿Cuándo, y cómo, podemos cambiarlas sin tener antes que pasarnos a cuchillo?

PD2: Hay días en los que descubres que los acontecimientos que estás viviendo no son el final de algo conocido sino el principio de algo desconocido. Y entiendes porqué la formación intelectual de la sociedad es tan importante. Y, descubres, que además de ésta -y tan importante como ésta- es la educación emocional de la gente. Ya lo vieron aquellos griegos tan antiguos y sabios que la gente destemplada e imprudente, sin paciencia, que no controla sus humores, es un peligro para sí misma y para su polis.

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