11 de octubre de 2015

¿Y los grises?

7.

Hay algo en nuestro interior que nos compele a pensar que detrás de cada opción mala tiene que haber por narices una buena. 
También nos encontramos -en no pocas ocasiones- en situaciones en las que pensamos que hemos tocado fondo, y nos decimos a nosotros mismos que peor no se puede estar.
Y que existe una especie de justicia cósmica - el karma es un pensamiento muy antiguo- que pone las cosas en su sitio.
Y por eso se hacen las revoluciones, para echar a los malos gobernantes del trono y que se coloquen los buenos.
Y por esto Hollywood hace películas románticas donde al final todo es maravilloso y estupendo, donde el mal perece y el bien prevalece.
Y entonces, un día como cualquier otro,...
... descubres que no hay opciones buenas sino que has de contentarte con el mejor de los peores, si tienes suerte y tino (la virtú y la fortuna de Maquiavelo).
... descubres que no has tocado fondo y que se puede estar peor de lo que estabas (y piensas "podía haberme quedado como estaba").
... descubres que el karma tiene una peculiar forma de actuar. Tan peculiar, que más parece que todo el kosmos se está riendo en tu cara.
... descubres que tras las revoluciones de las opciones políticas de todo cuño que prometen el oro y el moro hay gente cuya condición no es ni un ápice distinta de los malos que ocupaban el trono.
... y descubres que Hollywood en general, y el género romántico en particular, han hecho un daño terrible e irreparable a la Humanidad.
Todo el mundo habla de la escala de grises, pero muy pocos asumen verdaderamente que existimos dentro de ellas. Es muy difícil deshacerse de aquello que nos acompaña desde nuestra tierna infancia. De un modo natural, pensamos que las opciones que tenemos para elegir son decidir entre lo bueno y lo malo.

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