22 de noviembre de 2015

El tiempo pasa.

25.

Dando vueltas por las redes sociales, y leyendo sobre el reciente aniversario de la muerte de Franco, hago un breve resumen de una corriente de pensar-sentir-vivir que he visto con mucha fuerza:

Aquel que diga que "se hicieron barbaridades en ambos bandos" es un indecente. No se puede decir del que lo diga que sea una persona justa ni equilibrada. Hay que reprobar con severidad, a todo aquel que quiera 'igualar' en la contienda de la guerra civil española y el posterior periodo de dictadura. Es claro y meridiano quién fue culpable, responsable primero y último, y quién fue víctima. La memoria ha de mantenerse siempre viva y encendida. El recuerdo tiene que permanecer patente y manifiesto. No es venganza este estado de alerta frente a los culpables que siguen entre nosotros: es justicia. Por tanto, como quedan vestigios de aquellos momentos en estos tiempos, no es posible ni el olvido, ni el perdón, ni la reconciliación.

No haré comentario alguno, ni a favor ni en contra. Me remito a la epojé. Bueno, diré una sola cosa: 40 años no son nada.

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