28 de diciembre de 2015

Esas urnas charlatanas.

33.

¿Hablan las urnas? ¿Cómo? Me gustaría saberlo. 
Si es cierto que hablan, será una criatura hipócrita y peligrosa. Porque a cada uno le habla de una manera. A cada uno le dice una cosa. 
Hablar con las urnas no parece saludable, entonces. Sus palabras provocan separación y odio. Además de ardores y dolores de cabeza. 
A unos, les dicen que hay que pactar; a otros, les dicen que hay que pasar a cuchillo a los populares; a otros, les dicen que las izquierdas tienen que unirse para que los unicornios vuelvan a la Tierra. 

¿Hablan las urnas? ¿Y qué nos dijo? 
Si las urnas han hablado nadie se ha enterado. Menudo pareado, el que antes he presentado. No hablaría muy claro, estaría borracha. Quizás sea extranjera y no sabe castellano. O quizás hay tanto ruido de sables, de unos y otros, que nadie escucha lo que está diciendo.

¿Hablan las urnas? ¡Que sí, que sí, pesado! Que las urnas han hablado, pero todo está más liado, más jodido y enrevesado.


Las urnas han hablado. Pero nadie, absolutamente nadie, se ha enterado. O, quizás, queriendo decir tanto con tan poco, lo que está haciendo es provocar el equívoco. Lo mismo hay que volver a preguntarle, a ver si aclara la cantidad de chorradas que se están diciendo por aquí.

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